Hoy traemos el Manual para la reunión perfecta de inicio de temporada con entrenadores. El inicio de temporada es un momento mágico. Todo está por construir: las ilusiones, los retos, la evolución de cada jugador y jugadora, el trabajo en equipo de los entrenadores… Y justo ahí, en ese arranque, se encuentra una de las claves más infravaloradas de cualquier club: la reunión de entrenadores.
No se trata de juntarse por compromiso, ni de leer un guion frío. Es una oportunidad de oro para alinear visiones, crear comunidad y dar un impulso inicial que marcará la dinámica del año. Hoy quiero mostrarte cómo estructurar un orden del día eficaz y motivador, y cómo explicar cada punto para que tu reunión no sea un mero trámite, sino un verdadero evento de temporada.

0. Preparación previa de la reunión
Para preparar la reunión de entrenadores es fundamental cuidar los detalles logísticos. Lo ideal es elegir un espacio tranquilo, amplio y cómodo, donde todos puedan verse las caras y participar activamente, preferiblemente un aula o sala de reuniones del propio polideportivo. La hora debe seleccionarse pensando en la disponibilidad real de los entrenadores, evitando momentos de carga laboral o personal, para garantizar asistencia y atención plena. Una buena práctica es avisar con antelación y enviar el orden del día previamente, de modo que todos lleguen preparados y la reunión sea más ágil y productiva.
1. Bienvenida y objetivos de la reunión
La primera impresión cuenta, y mucho. Un director deportivo debe recibir a los entrenadores con energía y gratitud. Este es el momento de recordar que todos forman parte de un proyecto común que trasciende los resultados: formar personas a través del baloncesto.
👉 Explica que la reunión no solo es organizativa, sino un espacio de crecimiento colectivo. Recalca que todos tienen voz y que el objetivo es salir de allí más fuertes y unidos.
2. Planificación de la temporada
Aquí es donde muchos directores se limitan a leer horarios y listas. Error. Este punto debe presentarse como una hoja de ruta inspiradora.
- Distribución de grupos y categorías: cada entrenador tendrá un rol fundamental dentro del engranaje del club.
- Horarios e instalaciones: el buen uso de las canchas es clave para que todos disfruten y trabajen con calidad.
- Calendario de competiciones: más que una carga, es un escenario donde mostrar el trabajo diario.
- Disponibilidad de entrenadores y entrenadoras: Repasar la disponibilidad de los entrenadores es fundamental , tanto para el grupo que tienen asignado como para poder cubrir posibles bajas de última hora de compañer@s entrenadores que estén afectados por algún imprevisto de última hora.
Haz que los entrenadores se sientan protagonistas de la temporada que empieza.
3. Metodología de trabajo
Este punto es el corazón pedagógico del club. Aquí no se trata solo de técnica o táctica, sino de definir la identidad del club en la cancha.
- Líneas comunes: valores, estilo de juego, rutinas de calentamiento.
- Flexibilidad para que cada entrenador aporte su toque, pero siempre bajo un mismo hilo conductor.
- Recursos compartidos: cuadernos de ejercicios, dinámicas de grupo, actividades transversales.
Si consigues que cada entrenador entienda que está contribuyendo a un proyecto mayor, la motivación se dispara.
4. Comunicación interna y con familias
La gestión de la información puede salvar una temporada… o arruinarla. Este apartado es clave.
- Canales oficiales: WhatsApp del club, correo y página web.
- Protocolo de lluvia: avisar al menos 30 minutos antes, canal oficial de comunicación y responsable designado (entrenador o coordinador).
- Protocolo de accidentes:
- Mantener la calma y priorizar la seguridad.
- Primeros auxilios básicos y llamada inmediata al 112 si es necesario.
- Aviso a la familia lo antes posible.
- Comunicación interna al director deportivo y redacción de un parte de incidencia.
- Gestión de ausencias y retrasos: unificar criterios de aviso y consecuencias.
Subraya que una buena comunicación refuerza la confianza de las familias y libera al entrenador para centrarse en lo importante: el baloncesto.
5. Evaluación y seguimiento de jugadores/as
Aquí entra el aspecto más formativo. La pregunta clave: ¿cómo vamos a medir el progreso de nuestros jugadores?
- No solo resultados, también evolución individual y colectiva.
- Informes periódicos y charlas individuales con jugadores.
- Detección de necesidades especiales: apoyo extra, motivación, hábitos de esfuerzo.
Esto conecta con la esencia del deporte base: ayudar a cada niño o niña a crecer.
6. Actividades de club
El baloncesto no se vive solo en entrenos y partidos. Las actividades de club crean identidad, cohesión y memoria colectiva.
- Torneos internos, convivencias, colaboraciones con asociaciones del barrio.
- Creatividad de los entrenadores para proponer nuevas actividades.
- Son una inversión emocional: unen, fidelizan y refuerzan el sentimiento de pertenencia.
7. Gestión de conflictos
Ningún club está libre de diferencias. Lo importante es cómo se abordan.
- Establece que los conflictos se tratan en privado, nunca delante de jugadores o familias.
- Define un protocolo: escuchar a ambas partes, buscar soluciones y registrar acuerdos.
- Recuérdales que el ejemplo que den entre ellos es el que verán los jugadores.
8. Formación continua de entrenadores
El club debe ser también una escuela para entrenadores.
- Ofrece talleres internos, cursos externos o charlas temáticas.
- Fomenta el intercambio de buenas prácticas entre técnicos.
- Hazles ver que invertir en su formación es invertir en el futuro del club.
9. Reparto de roles y responsabilidades
El director deportivo no puede ni debe hacerlo todo.
- Asigna responsables de material, comunicación, actividades sociales.
- Crea pequeños equipos de trabajo según las fortalezas de cada entrenador.
- Esto genera implicación, aligera cargas y refuerza el compromiso.
10. Seguimiento posterior a la reunión
Una gran reunión sin continuidad se evapora.
- Redacta un acta con acuerdos y compártela.
- Programa reuniones trimestrales de seguimiento.
- Envía recordatorios de objetivos y actividades clave.
La constancia es la que transforma buenas intenciones en resultados reales.
11. Bienestar y motivación de los entrenadores
No olvidemos que los entrenadores también necesitan sentirse cuidados.
- Reconoce su esfuerzo y dedica tiempo a escucharles.
- Habla de la importancia de conciliar su labor con la vida personal.
- Incluye dinámicas de motivación o incluso pequeños reconocimientos públicos.
Un entrenador motivado transmite ilusión al grupo.
12. Ejemplos prácticos para dinamizar
Para evitar que la reunión sea teórica, añade ejemplos:
- Una dinámica inicial de 5 minutos (cada entrenador comparte en una frase su objetivo personal de temporada).
- Un ejemplo de rúbrica de evaluación (técnica, táctica, actitud, compromiso).
- Un simulacro breve de protocolo de lluvia o accidente para practicar cómo se aplicaría.
13. Turno de preguntas y propuestas
Este espacio no es un trámite: es el momento de oro para escuchar.
- Invita a preguntar sobre horarios, materiales, plantillas, formación.
- Anima a proponer ideas nuevas (entrenos conjuntos, torneos, convivencias).
- Recuérdales que el club se fortalece con la participación de todos.
Conclusión: de trámite a evento
Un orden del día bien explicado transforma una simple reunión en un evento de temporada que motiva, inspira y organiza.
La clave está en el tono: hablar con energía, con pasión, con la convicción de que cada entrenador es parte de un proyecto mayor.
Recuerda: una buena reunión de entrenadores no se mide por la rapidez con la que acaba, sino por la claridad, ilusión y sentido de pertenencia que deja en cada uno de los asistentes.
Cedric Arregui Guivarc'h Entrenador Superior de Baloncesto (CES 2014)




