Hernia inguinal

¿Qué es la hernia inguinal?

La hernia inguinal es una protrusión o salida de tejido a través del canal inguinal, que es una estructura anatómica localizada en la región inguinal, por donde pasan los vasos sanguíneos y los nervios que irrigan la zona genital. Esta patología es muy común en la población, especialmente en hombres y personas mayores de 50 años.

Definición

La hernia inguinal se produce cuando una porción del intestino delgado o de otros órganos abdominales sobresale a través de una abertura en la pared abdominal, que se encuentra debilitada. Esta abertura se localiza en la zona inguinal, que es la región que se encuentra entre el abdomen y el muslo. La hernia inguinal puede ser indirecta o directa, según la zona de la pared abdominal en la que se produce.

Causas

La hernia inguinal se produce por una debilidad en la pared abdominal, que puede ser congénita o adquirida. Las causas más frecuentes de debilidad son:

  • Esfuerzos físicos: levantar objetos pesados, toser, estornudar o hacer esfuerzos durante la defecación.
  • Obesidad: el exceso de peso puede ejercer una presión sobre la pared abdominal y debilitarla.
  • Embarazo: el aumento de tamaño del útero puede ejercer presión sobre la pared abdominal y debilitarla.
  • Enfermedades respiratorias crónicas: como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la fibrosis quística, pueden aumentar la presión intraabdominal y debilitar la pared abdominal.

Diagnóstico

El diagnóstico de la hernia inguinal se basa en la exploración física y en pruebas complementarias. En la exploración física se palpa una masa en la zona inguinal que aumenta de tamaño al hacer esfuerzos físicos. Además, se puede realizar una maniobra llamada maniobra de Valsalva, consistente en exhalar con la boca cerrada y la nariz tapada, que aumenta la presión intraabdominal y hace que la hernia sea más visible.

Las pruebas complementarias más utilizadas son la ecografía y la tomografía computarizada. La ecografía es una técnica que utiliza ondas sonoras para producir imágenes del interior del cuerpo, mientras que la tomografía computarizada utiliza rayos X para producir imágenes en tres dimensiones. Estas pruebas permiten confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión de la hernia.

Tratamiento

El tratamiento de la hernia inguinal depende del tamaño y la extensión de la hernia, así como de los síntomas que produce. En general, se pueden distinguir dos tipos de tratamiento: conservador y quirúrgico.

  1. Tratamiento conservador: El tratamiento conservador consiste en medidas para reducir los síntomas de la hernia, pero sin corregir la hernia propiamente dicha. Estas medidas pueden ser:
  • Uso de fajas: las fajas son prendas elásticas que se colocan alrededor de la zona inguinal para reducir la presión sobre la hernia inguinal.
  • Evitar actividades que aumenten la presión intraabdominal, como levantar objetos pesados o realizar ejercicios intensos.
  • Reducción manual de la hernia: en casos muy específicos, un profesional de la salud puede intentar reducir la hernia manualmente.
  • Sin embargo, este tipo de tratamiento no es eficaz para curar la hernia, y la mayoría de los pacientes requieren eventualmente una cirugía.

2. Cirugía abierta: consiste en una incisión en la zona inguinal para acceder a la hernia y corregirla. Se puede realizar con anestesia general o local y, en general, se realiza como cirugía ambulatoria, lo que significa que el paciente puede regresar a casa el mismo día.

Existen diferentes técnicas de cirugía abierta, como la técnica de Shouldice o la técnica de Lichtenstein. El cirujano elegirá la técnica más adecuada para cada caso en particular.

3. Cirugía laparoscópica: se realiza mediante varias incisiones pequeñas en el abdomen y el uso de un laparoscopio para acceder a la hernia y corregirla. La cirugía laparoscópica generalmente se realiza bajo anestesia general y puede tener una recuperación más rápida que la cirugía abierta.

4. Técnicas quirúrgicas sin tensión: se basan en la utilización de materiales protésicos para reforzar la pared abdominal y prevenir la reaparición de la hernia. Estas técnicas incluyen la colocación de mallas, que pueden ser sintéticas o biológicas.

Es importante destacar que, aunque la cirugía es el tratamiento más eficaz para corregir la hernia inguinal, también puede tener riesgos y complicaciones, como infecciones, sangrado, dolor crónico y recurrencia de la hernia. Por lo tanto, es importante discutir los riesgos y beneficios de cada tipo de cirugía con el cirujano antes de tomar una decisión.

Rehabilitación

Después de la cirugía, es importante seguir un programa de rehabilitación para recuperar la fuerza y la flexibilidad de la zona inguinal. Este programa puede incluir ejercicios de fortalecimiento muscular, estiramientos y terapia física.

Es importante seguir las indicaciones del fisioterapeuta y del cirujano en cuanto a la intensidad y la duración de los ejercicios. Es normal sentir dolor y molestias al principio, pero si el dolor es demasiado intenso o se acompaña de fiebre o enrojecimiento en la zona, es importante consultar al médico.

Vuelta la acción

Una vez que se ha completado el programa de rehabilitación, se puede empezar a retomar las actividades cotidianas, como trabajar y hacer ejercicio. Es importante empezar con actividades suaves y progresivamente ir aumentando la intensidad y la duración.

Nota: éste artículo sólo pretende tener un uso informativo. En ningún caso se auto-diagnostique. Si sufre alguna dolencia, le recomendamos que acuda a su clínica de Fisioterapia de confianza.
Cedric Arregui Guivarc'h
Entrenador Nacional de Baloncesto (CES 2014)

Bibliografía y Webgrafía


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