¿Qué es la fractura por estrés de la parte inferior de la pierna?
La fractura por estrés de la parte inferior de la pierna es una lesión común en deportistas, militares y personas activas en general. Esta lesión se produce por la acumulación de fuerzas repetitivas en los huesos de la tibia y el peroné, lo que provoca microfracturas que, si no se tratan adecuadamente, pueden dar lugar a una fractura completa.
Definición
La fractura por estrés de la parte inferior de la pierna es una lesión que se produce por la acumulación de fuerzas repetitivas en los huesos de la tibia y el peroné. Esta lesión se caracteriza por la presencia de microfracturas en el hueso, que pueden provocar dolor y malestar en la zona afectada. Si no se trata adecuadamente, estas microfracturas pueden evolucionar hacia una fractura completa, lo que supone una lesión más grave que requiere un tratamiento más intensivo.
Causas
Las fracturas por estrés de la parte inferior de la pierna son más comunes en deportistas y personas que realizan actividades físicas que implican saltos, carreras o cambios bruscos de dirección. Estas actividades generan un estrés repetitivo en los huesos de la tibia y el peroné, lo que puede provocar la aparición de microfracturas.
Además, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir una fractura por estrés de la parte inferior de la pierna, como una mala técnica de carrera o salto, un calzado inadecuado, una superficie de entrenamiento demasiado dura, una musculatura débil o desequilibrada, una densidad ósea baja o una alimentación deficiente.
Diagnóstico
El diagnóstico de la fractura por estrés de la parte inferior de la pierna requiere la realización de pruebas de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. Estas pruebas permiten detectar las microfracturas en los huesos de la tibia y el peroné, lo que permite establecer un diagnóstico preciso.
Además, el diagnóstico también se realiza a través de una evaluación física y una entrevista clínica, en la que se analizan los síntomas y la historia médica del paciente. Los síntomas más comunes de una fractura por estrés de la parte inferior de la pierna son dolor, sensibilidad, inflamación y debilidad en la zona afectada.
Tratamiento
El tratamiento de la fractura por estrés de la parte inferior de la pierna depende de la gravedad de la lesión. En casos leves, se recomienda la aplicación de hielo, reposo y antiinflamatorios para aliviar el dolor y reducir la inflamación. En estos casos, se puede mantener la actividad física, siempre y cuando se reduzca la intensidad y se evite el impacto en la zona afectada.
En casos más graves, es necesario reducir la actividad física y utilizar muletas o un dispositivo de protección para la pierna afectada. En estos casos, también se pueden utilizar técnicas de fisioterapia para ayudar a reducir el dolor y mejorar la recuperación.
En casos de fracturas completas, se requiere un tratamiento más intensivo, que puede incluir la inmovilización de la pierna afectada con una férula o un yeso. En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar el hueso fracturado.
Rehabilitación
La rehabilitación es una parte fundamental del tratamiento de la fractura por estrés de la parte inferior de la pierna. El objetivo de la rehabilitación es recuperar la funcionalidad y la fuerza de la pierna afectada, así como prevenir la aparición de nuevas lesiones.
La rehabilitación debe comenzar tan pronto como sea posible, una vez que se ha reducido el dolor y la inflamación. En esta fase, se pueden realizar ejercicios de movilidad, estiramientos y fortalecimiento muscular suave para mantener la flexibilidad y la fuerza de la pierna afectada.
A medida que la recuperación avanza, se pueden ir introduciendo ejercicios más intensos y específicos para la actividad que realiza el paciente. En algunos casos, puede ser necesario utilizar dispositivos de apoyo, como rodilleras o férulas, durante la rehabilitación.
Vuelta a la acción
La vuelta a la acción después de una fractura por estrés de la parte inferior de la pierna debe ser gradual y controlada. El retorno a la actividad física debe hacerse en función de la evolución de la lesión y la capacidad del paciente para realizar la actividad sin dolor ni molestias.
Es importante tener en cuenta que una vuelta prematura o excesivamente rápida a la actividad física puede aumentar el riesgo de sufrir una nueva lesión o de agravar la existente. Por lo tanto, es recomendable seguir las pautas y recomendaciones del equipo médico y de rehabilitación para garantizar una recuperación completa y segura.
Nota: éste artículo sólo pretende tener un uso informativo. En ningún caso se auto-diagnostique. Si sufre alguna dolencia, le recomendamos que acuda a su clínica de Fisioterapia de confianza.
Cedric Arregui Guivarc'h Entrenador Nacional de Baloncesto (CES 2014)
Webgrafía y Bibliografía
- Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF): https://www.aefi.net/
- Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-cirugia-ortopedica-traumatologia-129


